miércoles, 2 de mayo de 2007

El Turismo, nuevo camino en Sonora

Saboteando el futuro en el mar de Cortés
(Segunda Parte)

Por Jaime Delgado

GUAYMAS, SON- En los 70’s, desde la colonia Las Golondrinas podía observar la Bahía de Guaymas con sus reflejos de los focos sobre el mar, los barcos, el muelle de la “ardilla”, la bola y los enormes barcos mercantes…fue el apogeo de la industria pesquera, hoy es el turismo, una actividad que representa los mil millones de dólares al año.
En Guaymas un puerto de más de 300 años es punta de lanza de unos de los proyectos más ambiciosos del gobierno en infraestructura turística, modificando el diseño urbano del puerto, su malecón con barcos camaroneros.
Frente al muelle “la ardilla”, “la paloma” y “el Chapuli” se ubican plantas procesadoras de escama, camarón, fábricas de hielo, las oficinas de los cooperativistas pesqueros y los muelles para los atracaderos de las decenas de barcos, que se quitan y le dan paso a la actividad turística, pero hace años esto fue otra cosa.
En Guaymas había trabajo con la industria pesquera. Las familias de Punta de Arena, Termoeléctrica, Yucatán, La Cantera, la Antena y muchas más aportaban la mano de obra. Hasta trabajadores de Empalme se trasladaban en los camiones verdes cada día para entrarle a friega.
Cuando bajabas a la zona de muelles, el fétido olor se paseaba en cualquier esquina. El humo aceitoso estaba impregnado en las calles, en edificios, la madera. La pujanza de la industria de la escama y el camarón tenía su costo.
Guaymas era una ciudad de mucho apogeo.
En el barrio Yucatán, con sus calles y avenidas sin pavimentar, crecía la mancha urbana. Los cerros contenían ese crecimiento, no había para dónde hacerse, todos querían estar cerca del progreso que ofrecían los muelles.
“El Piedrón”, “El Cerro Cabezón”, el de la calle 10, La Antena son colonias rodeadas de cerros y el respetable Vigía es la máxima expresión.
Los servicios básicos escaseaban lo común fue tener baño con fosa séptica y toma de agua potable comunitaria.
La mierda de todo Guaymas, bueno, de quienes tenían drenaje, tenía como destino el mar y como mejor ejemplo sigue siendo La Salada, un desemboque al mar que desde tiempos inmemorables los guaymenses esconden los desperdicios del drenaje.
No había ni hay planta de tratamiento.Todo sigue igual. El Mar recoge todo.
Los muelles ni se diga: zona de depósito de los desperdicios de barcos y congeladoras.
El Paraje Viejo donde estaban instaladas las principales plantas de sardina también tira todo al mar.
En el malecón se recibía todo tipo de desperdicios y nadie hablaba con nosotros sobre la contaminación estando en la primaria, secundaria o preparatoria: Fue un tema vedado aunque la verdad nos golpeara.
Los muelles estaban convertidos en depósitos de aceite. Desde “La Copa de Leche” hasta el “Chapuli” sobre la avenida Serdán el aguase quiedaba sin oxieno, mientras que en años anteriores esa zona fue de diversión hasta para el deporte acuático.
La Bahía de Guaymas fue una zona natural para la reproducción de Ostión, por eso el equipo profesional de béisbol se identificaba como los “Ostioneros”. Hoy la pesca de ostión se hace en cultivo en San Carlos y el equipo deportivo desapareció.
La Bahía en pleno 2007 está proyectada para convertirse en el primer muelle de yates del Golfo de California, sin modificar siquiera la cultura de contaminación: enterraron literalmente la zona de muelles donde el oxigeno ya no tenia presencia.
Entre la “Copa de Leche” y el otrora salón de bailes El Chapuli toneladas de tierra sepultaron el mar.
Hoy eso es historia y literalmente está en proceso de ser enterrado para darle paso a los nuevos sueños del Gobierno y el capital: convertir en Guaymas en una bahía de yates más grande del Mar de Cortés.
“Guaymas se prepara para el turismo náutico”, así se escribe sobre el proyecto sembrado en el 2003, con el cambio urbanístico de lo que es el primer cuadro del puerto y los muelles camaroneros.
Impulsor es la empresa de gobierno encargada de crear la sinegergia de este proyecto, que contempla “la transformación de la bahía de Guaymas en un recinto de primer mundo, contemplando como mercado potencial, el turismo náutico que solamente el Pacífico estadounidense y el litoral de Baja California tiene un gran número de embarcaciones a las que se suman millones de navegantes de los estados del sur de la Unión Americana”, indica la publicidad del megaproyecto que contempla abrirle espacio a mil 500 yates.
Aquí van de la mano el Gobierno Federal, Estatal y Municipal, y como primer paso le ganaron terreno al mar modificando la bahía que albergó los barcos camaroneros. El panorama de los 70’s, 80’s y 90’s ya no es el mismo, para abrirle paso a la “modernidad”, el puerto de Guaymas será equipado con estación de combustible, rampas de acceso, grúas de desembarco, instalaciones comerciales y de servicios incluyendo oficinas de aduanas y migración.
Al igual que lo hicieron con la construcción del ClubMed por allá en los 80’s cuando le instalaron un pequeño “valle de cardones” arrancados del sahuaral localizado entre Guaymas y Empalme.
Esa imperiosa modernidad de proyectos turísticos alcanzó Marina Bacochibampo, lo que se conoce como Miramar y por supuesto la joya de la corona: San Carlos.
Primero fue Rafael T. Caballero y ahora sus descendientes a quien ponen como un “visionario empresario y promotor de bienes y raíces”.
Los descendientes de la familia Caballero se han quedado con la herencia y esa “visión”, pero de una forma más voraz como primitiva, como atravesando un importante cerro como el “Tetakawi”, construyendo lujos y privados condominios para extranjeros sin previos estudios de impacto ambiental.
Guaymas, Puerto Peñasco y no se diga Baja California, Baja Sur son el blanco del capital del turismo, hay una infraestructura turística creciente, más de 800 hoteles en el Mar de Cortés y 21 marinas.
Los más de 1.7 millones de turistas al año que visitan el Mar de Cortés sigue creciendo, demandando condominios de más de 450 mil dólares en San Carlos, Guaymas; muelles para yates turísticos, cruceros, campos de golf y playas exclusivas, es un turismo extranjero más exigente pero que aporta cientos y cientos de millones de dólares a esta industria sin chimenea, dejando altas “olas” de migración de mexicanos de otros estados que responden a la demanda de mano de obra, daño al medio ambiente y acciones de hasta marginación oficial.

Balnearios para los jodidos, los “gettos” en el mar de Cortes

Guaymas en su época dorada del camarón, la industria pesquera, hoy vive su apogeo en la industria turística, y una clase privilegiada de extranjeros son el mercado, hay un marcando acento hacía el elitismo, y para el pueblo, los que no tienen acceso a las playas “privadas”, tienen balnearios públicos para dar respuesta a esa demanda de agua de mar.

Walter D. de Cima, director General de Desarrollo Económico y Turismo del Ayuntamiento de Guaymas acepta la “privatización de las playas”: “mira el presidente municipal Antonio Astiazarán Gutiérrez, tiene un gran interés por dar beneficio a la colectividad, lo que es el acceso a las playas públicas”.

El plan de desarrollo urbano municipal, justificando el cierre de playas, el Ayuntamiento de Guaymas busca el establecimiento de playas públicas, y San Carlos se proyectan tres balnearios.
En el área de Guaymas, por rumbo del Estero del Soldado, localizado al poniente de la Ciudad, se construye un balneario en bahía Catalina, pero sin estudio de impacto ambiental autorizado por Semarnat.
Es una bahía hermosa, dijo, el funcionario, en un terreno de más de 4 hectáreas y 800 metros de arena, y que buscan darle acceso a la gente para amortiguar la demanda de playas públicas.
El desarrollo turístico, reconoce, están bloqueando el acceso a las playas pero deben tener espacio entre un edificio y otro levantado en las playas.

¿Qué otra alternativa hay?

La región del Golfo de California, con sus paisajes terrestres y marinos únicos, son un gran atractivo de reconocimiento internacional que está atrayendo un creciente número de visitantes, impulsando el turismo y las actividades de este sector.
Mientras que en Sinaloa y Baja California Sur se concentra el mayor número de turistas que visitan el Mar de Cortés, en Guaymas y Puerto Peñasco, Sonora se están desarrollando zonas para el exigente turista.
Pero a la par de esto polos de crecimiento se presentan cinturones de miseria, creciente demanda de agua potable y energía eléctrica, y por supuesto deterioro ambiental.
La industria del turismo se abre brechas sin importar los cambios de escenarios naturales y la fisonomía urbana, tal es el caso de Guaymas y Puerto Peñasco.

1 comentario:

Petunia dijo...

Buen día.

Por este medio me permito invitar a los reporteros de la región a participar al Premio de Reportaje sobre Biodiversidad del Golfo de California . Cada participante podrá registrar hasta 4 reportajes sobre biodiversidad que deberán haber sido publicados a más tardar el 30 de junio de este año en la prensa nacional y cubrir alguno de los siguientes temas: conservación marina, terrestre y costera; desarrollo pesquero, industrial y ecoturístico; políticas de crecimiento y manejo de recursos; y el impacto del desarrollo en las comunidades del Golfo de California (definido como el Mar de Cortés y los Estados de la península de Baja California, Sonora, Sinaloa y Nayarit).

La premiación del Programa Golfo de California se realizará paralelamente con el Concurso Nacional, pudiendo darse el caso de que un mismo reportaje sea premiado en ambos concursos. El premio al primer lugar nacional es una invitación a participar, con todos los gastos pagados, en el II Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y Áreas Protegidas a celebrarse del 30 de septiembre al 6 de octubre de 2007 en Bariloche, Argentina. Conservación Internacional cubrirá los gastos del transporte aéreo, transporte de aeropuertos, alojamiento, alimentación y cuota de inscripción (desde el lugar de residencia del participante). El ganador recibirá un Certificado de Premiación y membresía gratis por un año de la Federación Internacional de Periodistas Ambientales (IFEJ). Además, l os premios otorgados por el programa Golfo de California son: Para el primer, segundo y tercer lugar $ 10.000 pesos, $5.000 pesos y $2.500 pesos, respectivamente.

El ganador del 2006 a nivel Nacional y del Programa Golfo de California, fue César Ángulo de Teorema Ambiental (México, D.F.) con el artículo " Las Delicadas Riquezas del Mar de Cortés".

Para conocer el reglamento y la forma de participar, dé click aquí: http://www.premioreportaje.org/?pageId=sub&c=México-Golfo%20de%20California&cRef=Mexico-Gulf%20of%20California&lang=es_ES¤tItem=subMenu_1

Esperando contar con su participación y agradeciendo su atención, quedo a sus órdenes para cualquier duda.

Saludos cordiales.

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Lic. Alejandra Padilla Juárez
Coordinación de Relaciones Públicas e Imagen
Programa Golfo de California
Conservación Internacional-México
Tel. (622) 22-10194, 22-12030, 22-120 60 Ext. 110
www.conservacion.org.mx